El Gobierno de Donald Trump ha autorizado redadas en lugares antes considerados seguros, como escuelas, iglesias y hospitales. Según el DHS, esta medida “empodera” a los agentes a “seguir las leyes” para capturar a supuestos “criminales extranjeros”.
Esta decisión, que revoca una directriz de la Administración Biden, ha generado preocupación entre comunidades vulnerables. Se acusa sin pruebas que migrantes “se esconden” en estos espacios.