En las últimas semanas, un fenómeno inquietante ha mantenido en vilo a la población de Nueva Jersey: miles de avistamientos de drones de origen desconocido han generado alarmas, teorías conspirativas y llamados políticos a tomar medidas inmediatas. Según France24, los reportes superan los 5.000 casos, extendiéndose también a zonas cercanas como Nueva York y Pensilvania.
Estos misteriosos drones han sido vistos en áreas estratégicas, como el complejo militar Picatinny Arsenal y el campo de golf del expresidente Donald Trump. Incluso un oficial de la Guardia Costera afirmó haber sido seguido por varias de estas aeronaves durante una patrulla. Por su parte, Dawn Fantasia, miembro de la Asamblea General de Nueva Jersey, señaló que algunos drones miden hasta 1,8 metros, lo que supera los modelos recreativos convencionales.
¿QUÉ SABEN LAS AUTORIDADES?
El FBI, la Casa Blanca y el Departamento de Seguridad Nacional han intervenido en el caso. Aunque afirman que estos drones no representan una amenaza inmediata, el origen de los mismos sigue siendo un misterio. El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, confirmó que el presidente Joe Biden recibe actualizaciones constantes, destacando que esta situación revela una brecha en la supervisión del espacio aéreo estadounidense.
Un agente del FBI declaró que, aunque solo un 2% de los reportes son investigados a fondo, la agencia colabora con más de 50 autoridades locales para esclarecer el fenómeno. Asimismo, un comunicado oficial asegura que muchas de las aeronaves reportadas son tripuladas y cumplen con las regulaciones legales.
TEORÍAS QUE ALIMENTAN LA INQUIETUD
Desde redes sociales hasta líderes políticos, las hipótesis sobre el origen de los drones abarcan desde lo conspirativo hasta lo geopolítico. El congresista republicano Jeff Van Drew sugirió que estos aparatos podrían ser enviados por una “nave nodriza iraní”, una idea rechazada por el Pentágono. Otros, como Chris Smith, insinúan que se trata de maniobras militares de potencias extranjeras como China o Rusia, diseñadas para probar las defensas estadounidenses.
Sin embargo, la falta de pruebas concretas mantiene a los ciudadanos en incertidumbre. Trisha Bushey, residente de Nueva Jersey, resumió la preocupación generalizada: “¿Cómo pueden decir que no es una amenaza si ni siquiera saben qué son?”.
EL LLAMADO A LA ACCIÓN
El expresidente Donald Trump ha exigido al Gobierno de Biden que aclare la naturaleza de estas aeronaves o tome medidas más agresivas, como su derribo. Mientras tanto, el debate político y el miedo ciudadano continúan creciendo, amplificados por la falta de respuestas contundentes.
