Un estudio de Mayo Clinic encontró que más de la mitad de los infartos en mujeres menores de 65 años no se deben a obstrucciones arteriales, sino a causas como disección espontánea de arterias, embolias o estrés. Estos casos suelen diagnosticarse mal, lo que puede llevar a tratamientos inadecuados y mayor riesgo de complicaciones.
El hallazgo subraya la importancia de reconocer síntomas atípicos y buscar una evaluación médica precisa para evitar tratamientos equivocados.
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